sábado, 13 de agosto de 2016

Recalculando...

El mundo cambia en fracción segundos y el sistema educativo tarda 200 años en entender el cambio. Paradójicamente, la educación, concebida como el motor de la transformación social y que lleva en su ADN la palabra cambio, es la actividad social más arraigada a las tradiciones.

Hasta hace unos años, los docentes no teníamos competencia en el aula. Todavía recuerdo cuando la directora de la primera escuela en la que di clases, allá por el 2004, me decía: "Vos mandás en el aula. Sos dueña de hacer lo que quieras".

Debe ser por este concepto de docente, por ese rol de amo y señor de la clase que nos atribuyeron -que nos creímos y nos queda como anillo al dedo-, que hoy cuesta que nos aggiornemos y cedamos espacio a los alumnos y a los aparatos. Quizá sea el miedo a sentirnos prescindibles, lo que hace que hoy, en pleno siglo XXI, hablemos de "prohibir el celular en las aulas".

El celular es nuestra gran competencia, el enemigo a combatir. En contrapartida, los marcadores y el pizarrón, que son nuestros aliados, siempre y cuando no nos falle la voz.

Así, la realidad nos abofetea todos los días con estadísticas que son motivos de análisis de toda la comunidad educativa y siempre llegamos a la misma conclusión: "A los chicos de hoy no les interesa nada". Como si alguien les hubiera preguntado a sus alumnos qué es lo que les interesa.

¡No! ¡No les interesa lo que nosotros tenemos para decirles, porque es "cuento viejo"! Los docentes de hoy, con nuestros contenidos y nuestras estrategias anquilosados, somos como el diario de papel en el ambiente periodístico: cada vez estamos más cerca de extinguirnos porque tenemos la noticia vieja, por lo tanto, ya no es noticia sino historia.
   
En esto andamos... peleándonos con la novedad, con lo novedoso, con lo que nos rompe el orden de la clase, con lo que distrae y no deja que nuestros alumnos nos escuchen. Sin embargo, como dicen Antonio Bartolomé y Mariona Grané:

"Debemos ser conscientes de que, en el momento actual, las TIC representan un cambio disruptivo en nuestro sistema productivo y en el sistema de gestión y transmisión de información. No son una tecnología más, o no son solamente una herramienta más. Por un lado, cambian la forma de comunicarnos, de relacionarnos con los contenidos, de crear nuevas informaciones... y, por otro lado, son recursos que nosotros mismos creamos para cambiar y optimizar esta relación con el entorno, las personas, las informaciones..."  http://www.revistaaloma.net/index.php/aloma/article/viewFile/173/115

Y como ilustra María Acaso en el siguiente video  https://www.youtube.com/watch?v=ZFWG8zBmUXM, creo que estamos viviendo tiempos que requieren que actualicemos nuestras aplicaciones y reiniciemos el sistema...

A continuación les dejo el mapa mental que construí.    

https://www.mindomo.com/es/mindmap/931ef379d9924c34b363c57b2d86426d

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